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Blog de Patxi

Vaya tela.

Vaya tela.

 

Vamos que se tenia que correr, si o si.

 

Un triatlón “sprint” con lluvia es como encender antorchas en una fábrica de pólvora. Ya de por si, una triatlón en sprint me gusta menos que un plato de acelgas con chistorra, pero bueno, aprovechando que es en Mataro y que es de los primeros triatlones de la temporada, uno se decide a ir, pero si encima llueve… la cosa se pone seria.

 

Que si, que hay jueces y voluntarios que constantemente te dicen “cuidado, cuidado”, ¿pero como que cuidado cuidado?, ¿estamos en una carrera o en una excursión a port aventura? Eso es como decirle a Fernando Alonso, Raikkonen o Hamilton en el Gran Premio de Mónaco ¡que no corran! Vaya tela…

 

Y es que claro… yo me caí con la bici, pero no fui el único. Presencie dos accidentes, el de mi compañero de equipo Isidro Alba y el de otro triatleta, por no comentar las dos chicas dobladas con heridas en las piernas (de una caída, claro). En total 15 participantes retirados y unos tantos con heridas y magulladuras por todo el cuerpo, pero que como yo continuaron.

 

¿Vale la pena jugarse la salud para una triatlón en sprint? ¿Tantas horas entrenando para acabar lesionado? ¿Es que se tenia que correr si o si?

 

No quiero meterme con la federación, de verdad. Y no puedo, la razón es la excelente organización del Ironcat por parte de los mismos y que, bueno… una critica constructiva nunca va mal ¿vedad?

 

Para acabar decir que a mi llegada en meta no me pudo atender ningún sanitario, y creerme que los busqué, pero las dos unidades sanitarias estaban de servicio ¿os imagináis donde?

 

Mi resultado final fue el 70, pero con una caída en bici a 200 metros de los boxers, arrastrando la bici con la rueda trasera medio salida y la cadena clavada, ya puedo estar contento.

 

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