Hola a todos.

Ya queda menos para la primera competición después de las vacaciones. El olímpico de Banyoles.

 

Es cierto que en vacaciones se esta muy bien, pero también se echa de menos nadar en la piscina, correr y perderse por montañas y pueblecillos con la “flaca” y desaparecer de la civilización por un ratito… o dos, por esos caminos de tierra que no llevan a ninguna parte. Por no hablar del reencuentro con la competición, el ambiente… el reto.

 

Y aprovecho que estoy filosófico para decir que la triatlón es como la vida misma, te obliga a superarte, a adaptarte a las circunstancias y a ser mejor persona. Te endurece el carácter pero a bien… no sé, en mi caso sí, ya que valoro más el momento y no le doy importancia a tonterías, soy más libre.

 

El día de hoy, es el mañana de ayer.

 

No por dejar al final este comentario lo hace menos importante, lo leído hasta ahora es simplemente un saludo, un reencuentro con vosotros a la noticia que precede.

 

Os informo que, si todo sale bien, para el año que viene Paloma y yo seremos padres. Así es la vida.

 

La vida es como un espejo: te sonríe si la miras sonriendo.