Parada obligatoria.

Estos días parece que me lo tengo que tomar con calma. Supongo que el volumen de entrenos para la preparación de la Isostar Desert me está pasando factura en forma de tendinitis en el gemelo derecho.

Lo que empezó como una molestia, ahora se ha convertido en dolores, pero por suerte nada que no se pueda curar con reposo. Lo cuestión es que en ocasiones, la mente no acepta que durante tres días, cuatro o una semana estemos sin entrenar, y cuando digo entrenar me refiero a calzarme las zapatillas y perderme por los caminos con más subidas de la zona de Tossa para prepararme para la Trans-Cat del mes de septiembre.

Pues nada, que en ocasiones hay que escuchar las señales que te manda el cuerpo y tomártelo con más calma para no llegar a tener una lesión más seria y acabar rompiéndose del todo.

Como me considero un atleta común y totalmente amater, no dispongo para mi recuperación  de esos chismes electromagnéticos de 700 euros para acortar mi recuperación, pero eso si… donde esté una buena bolsa de hielo, y más ahora con el calor que esta haciendo.

Dentro de poco estaré al 100% y con la mirada puesta en los 110 kilómetros corriendo por el Pirineo catalán.