Última etapa: llegada a Santiago
Yo, para no variar, después de alojarme en el albergue, revisar la bici y limpiar la ropa, decidí conocer Azúan. Al rato me ví bebiendo cerveza con Miguel, Oscar y Lucia, tres bicigrinos de Valladoliz con los que hice buenas migas. Era la tercera vez que coincidia con ellos en los últimos tramos. La primera vez antes de subir O Cebreiro, la segunda vez en Samos y la tercera vez en Azúan. Terminamos cenando en su albergue que estaba justo enfrente del mio.
Esta mañana, me desperté sin sueño, como si el cuerpo y la mente aceptaran el nuevo ritmo de madrugar, pedalear horas y horas y descansar. Salí del almacen donde dormia mi bici y me puse hacer camino, la última etapa. Solo 39km para terminar lo que empecé. Era una mezcla de sensaciones entre la alegria de acabar y la tristeza de acabarlo.
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