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Blog de Patxi

Barbadelo, Rente, Brea, Ferreiros Rozas y por fin Portomarin. Pasándo por su gran puente y dejándo debajo el rio Miño. En la entrada del pueblo, un puerta enmurallada da la bienvenida a los peregrinos.

Ahora estoy visitando la iglesia de San Nicolas. Donde me comentan que estaba a las orillas del rio, pero que cuando hicieron el embalse, numeraron las piedras y la trasladaron 50m más arriba, como si fuera un juguete Tente®.

Etapa: Portomarín - Samos.

Etapa: Portomarín - Samos.

¡¡Que noche me han dado!! He estado en la final de la champions league de ronquidos, pero que nivelazo. A ganado el Valenciano, el que tenía justo debajo ¡¡que técnica!!, era capaz de roncar al nivel de su rival, hacer una apnea de 8 segundos y dejar ir un gran ronquido.

Por la mañana, el mismo modus operandum de siempre; recojer las alforjas, asearme, revisar la bici y desayunar.

Por la mañana hacía frio. Se suda en las subidas, pero rápido te tienes que abrigar en los llanos y bajadas por que cojes frio. Ese es el resumen de la etapa de hoy; subidas y bajadas, por bosques frondosos, rios caudalosos, puentes de piedra, aldeas escondidas...

Han sido 54km de rompepiernas. No se podía correr por la afluéncia de peregrinos pero, tampoco quería ir rápido, solo disfrutar de esta etapa, hacer fotos, hablar con la gente, tocar piedras, mojarme la cara con el agua del rio.

He de decir que el diablo ha estado presente en todo el camino, de forma plastificada y en grandes letras donde ponia: Servicio de Taxi. Ay!!! la tentación de la pereza, y he visto a peregrinos vender su alma por subirse a esos monstruos ruidosos y mal olientes.

Otra curiosidad es que cada aldea tenía su cementerio tocando el Camino, de tal forma que si no frenaba a tiempo, con mucha probabilidad podría acabar metido en uno de esos nichos tan recargados. No eran de mármol sino de piedra cubierta de musgo.

Otra razón de no ir rápido es que cuando te quedan 100km, estas "obligao" a que te sellen más veces la compostelana. Supongo que es una forma de evitar que la gente no haga ¿trampas?


Yo siempre he dicho que en el camino de Santiago hay prioridades; la primera es cuidar el estado físico, la segunda es cuidar la bici y la tercera encontrar sitio en los albergues. Ahora es más dificil por la cantidad de peregrinos que empezaron en los pueblos vecinos, con un radio de 100km de Santiago. Por ahora estoy teniéndo suerte. Supongo que el echo de ir solo me facilita las cosas.

Ahora estoy en Arzúa, a 39km de Santiago. Si todo va bien mañana se terminará mi viaje de más de 1300km.

Última etapa: llegada a Santiago

Última etapa: llegada a Santiago

 

Ayer, por la tande, paseándo por Azúan el ambiente era más bién festivo. Música en directo de grupos parroquiales donde el resto de peregrinos se unían para corear las canciones más populares. Supongo que por la euforia contenida de saber ...que muchos llegarían el día siguiente a Santiago y otros de quedarían en Monte do Gozo, a las puertas de la ciudad.

Yo, para no variar, después de alojarme en el albergue, revisar la bici y limpiar la ropa, decidí conocer Azúan. Al rato me ví bebiendo cerveza con Miguel, Oscar y Lucia, tres bicigrinos de Valladoliz con los que hice buenas migas. Era la tercera vez que coincidia con ellos en los últimos tramos. La primera vez antes de subir O Cebreiro, la segunda vez en Samos y la tercera vez en Azúan. Terminamos cenando en su albergue que estaba justo enfrente del mio.

Esta mañana, me desperté sin sueño, como si el cuerpo y la mente aceptaran el nuevo ritmo de madrugar, pedalear horas y horas y descansar. Salí del almacen donde dormia mi bici y me puse hacer camino, la última etapa. Solo 39km para terminar lo que empecé. Era una mezcla de sensaciones entre la alegria de acabar y la tristeza de acabarlo.

El camino entre Arzúa y Santiago no era fácil, no solo por las canstantes subidas y bajadas, sino por ser un camino muy entrelazado, sin rectas, giro tras giro hasta subir a Monte do Gozo. Desde allí se podía ver Santiago y parecía que su catedral se alzaba con curiosidad entre los edificios para saber; qué, cómo y cuantos peregrinos venian a visitarla.

Desde Monte do Gozo era bajada hasta entrar en las calles adoquinadas del casco antigüo, y un portal de piedra que daba entrada a la plaza de la catedral con un gaitero dando la bienvenida.

El Camino de Santiago, es como la vida misma. Sales de inicio con dudas, inseguro, poco a poco te das cuénta de su dureza. Aprendes a estar solo, a convivir con más gente, a superar problemas, a festejar tus logros. Valoras más lo espiritual que lo material. Te haces cada día más fuerte. Te reencuentras con gente y dejas a otros atrás. Aprendes a tomarte la vida más tranquilo y cuando estas empezando a disfrutar... se termina, y miras atrás y ves lo que has hecho, y si te sientes orgulloso... te vas del camino tranquilo.

Al entrar en la plaza, parece que termine un episodio de tu vida para empezar otro. Es un estado de transición entre lo real y lo imaginado durante todos estos días.

Entre los peregrinos, visitantes y excursionistas que llenaban la plaza, veo una mano alzada que se ajita dando la bienvenida. Rostros conocidos en un escenasrio nuevo para mi. Mi mente tarda en relacionar esa situación, hasta que reacciona ¡¡NO ME LO PUEDO CREER!! Es mi mujer y entre los figurantes aparecen mis pequeñines Patxi y silvanilla gritando "PAPI". Más atras martín y Charo...

Este es un pequeño paso para mí, pero un gran paso para... mí también. Pongo el pié en el suelo y abrazo a mis hijos y mi mujer ¿La catedral? Es secundario.