Etapa: Olmos de Atapuerca - Carrión de los Condes.

 

Esta mañana me despierto en esa pequeña casita hecha abergue en Olmos de Atapuerca, y al levantar la cabeza para ojear al resto del grupo de italianos que compartian mi habitación, me doy cuenta que ya se han ido. Me incorporo sentándome en la litera y miro por la ventana, pero... ¡¡si es...de noche!!, pero ¿qué hora es? Miro el reloj y son las 5:55 de la mañana.

Me cambio de ropa, preparo la alforja y salgo del alberge dirección Burgos. Ha eso de las 7:30 llego con intención de desayunar, ver la catedral y seguir hasta Castrojeriz donde, una vez allí, para en una cafeteria para comer alguna cosilla. De repente, un hombre con turbante y barba me dice que donde voy, cuando iba a responderle, me interrume y me dice que de dónde vengo, me lo quedo mirando en silencio y se va. Un personaje del camino, sin duda.

Mientras me como un bocadillo pienso en si quedarme en Frómista o continuar hasta donde tenia pensado hantes de acortar la etapa de ayer por la lluvia, pero si llego hasta carrión de los Condes me saldran 118km ¡¡ufff!! no sé, veré como voy y decido.

Largos llanos, monotonas praderas, cruces de piedra, el canal de la mancha y cruzando el monasterio de San Antón donde los clérigos tenían curanderos con capacidad de curar enfermos con solo tocarlos, sigo mi camino a ritmo de crucero pero cantando, y sin darme cuenta me planto en Carrión.

Buenas noches desde el convento de monjas de Carrión de los Condes.

A los pocos metros de empezar a pedalear, me encuentro a dos biciclistas, Jesus (el padre) y Alejandro (el hijo de 13 años) y decido ir con ellos. En el úlimo valle pincho en la reda delantera y tenemos que parar hasta arreglar la averia.
Buen ritmo, buena charla hasta que empieza la subida al Alto de Mostelares con rampas del 18% y espectacular la bajada que nos lleva a gran velocidad hasta Itero de la Vega, donde el padre decide que se quedaran a dormir allí. A Alex le gustaría continuar pero Jesus insiste que está agotado.

Etapa: Carrión de los Condes - León.

 

Que bién se duerme en el convento de Carrión de los Condes. Silencio y paz. Un monja me invitó antes de ir a dormir a rezar un poco en la capilla que tenían al final del pasillo, pero me pilló justo cuando me proponía cenar para ir rápido a... dormir.

Ya en la cama, charla con un polaco que compartia habitación y fan de Fernando Alonso (el grande), yo por contra, le digo que su compatriota Robert Kubica es un crack, así pues, los dos contentos despues de 30 minutos de intercambiar opiniones de fórmula 1.

Por la mañana, como siempre, los "caminantes" son los primeros en partir. Después los bicigrinos, "caballeros templarios modernos a dos ruedas".

¿Sabeís las imagenes típicas de las carreteras australianas donde son largas rectas, polvorientas y se pierden en el infinito? pues en España también existen, entre Carrión y Calzadilla de la Cueza. Depués pueblo tras pueblo hasta Sahagún donde según mi mapa empezaba una ligera bajadita hasta Reliegos y a pocos quilómetros Mansillas de las Mulas, donde tenia pensado pasar la noche, pero...

Son solo las 13:30 y León esta a... 20 km. Me encuentro bién, no sé si seguir hasta León ¿qué hago? Mientras me hacía ahogado en la duda, Mansillas de las mulas ya habia quedado atrás, así que... a León!!!

Entro en León y pregunto por el albergue de los peregrinos, me dicen que cerca está el convento de monjas de Carbajal y allí estoy ahora.

Campos, campos y más campos. De cereales, otras de girasoles y a veces de tierra oscura. Las copas de los àrboles son un regalo por su sombra en un día tan caluroso.

Uno podría decir que el paisaje es monotono cuando está acostumbrado a verlo, pero para los que somos de otro entorno como yo, donde ese escenario no es muy común, es un ragalo para los ojos.

Fisicamente estoy algo cansado. Gestiono bien las comidas y los descansos, pero hay algo, una parte de mi cuerpo que no se acaba de acostumbrar y es el culo. Utilizo diferentes postura para no apoyarlo siempre del mismo lado y con el paso de los kilómetros me doy cuenta que cambiar de postura afecta a mis rodillas por la posición forzada.

Impresionantes vistas de la catedral de León.

Etapa:

 

Ayer, mientras escribia la "crónica" en Facebook, hice amistad con el camarero ruso enfrente del convento y me dijo, cuando le comenté que León era una ciudad muy bonita: "el pato se cree que su estanque es el más bonito, porque no conoce el mar...", ¡¡¡ey!!! perdona, que yo vengo del mar y León es más grande, pero no más bonito que Tossa.

Dejo Astorga a mis espaldas y pedaleo bajo un sol de justicia por un camino polvoriento, de tierra gris. Echo la mirada atrás y Astorga se va empequeñeciendo cada vez más y pienso en mi antigüo colegio, en mis excompañeros de clase, en mi infancia en general. Sé que no he sido tan buena tersona como Noe, pero tampoco creo que tenga que pedir perdón a nadie por mis actos. Pienso en los que ya no estan al mismo tiempo que observo cruces de madera y otras de piedra y recuerdo... en el albergue de Logroño, el chico que iba de profeta y decía: desde Roncesvalles a Logroño es físico, desde Logroño hasta Astorga es mental y desde Astorga a Santiago es espiritual, pues... yo me reía, pero ahora prefiero recordar lo que tengo, mi Paloma, mis hijos, mi familia y amigos.

Noelia es la típica chica noble, muy buena persona, simpática y agradable. Uno nunca está incómodo con su presencia. Charlamos y charlamos recordando nuestros pasados colegiales mientras me tomaba una cerveza fresquita. Grande Noe!!!

Es el cuento de siempre, es temprano para quedarme en Astorga. Me he repasado la ciudadad dos veces. Miro el mapa y decido robarle 20km a la etapa de mañana, eso sí, muy tranquilo.